domingo, 20 de febrero de 2011

Domingo 20 de Febrero

La mañana prometía lluvia. El cansancio por la falta de sueño de la noche anterior, unido al gris de las nubes y el mar, daban un aire místico al Nanna 1 que esperaba paciente como siempre a sus tripulantes.
Pronto largamos amarras. La vista en blanco y negro del Port Vell nos trasladaba a principios del siglo pasado. Una visión que se desvanecía al instante al pasar por proa de los lujosos buques que están atracados en la salida de la bocana y que te recuerda que estás en el 2011.
Rumbo sur. 180º procurado dejar la bolla "N" por estribor para no meternos en el gran canal de entrada de buques al puerto de Barcelona.
Se levanta la brisa. El mar se riza, la mayor se hincha y las lanitas del Génova nos indican que estamos bien trimados y a rumbo correcto. Viento del SW. Podríamos ceñir hasta el "gran sur"?. No lo creo, pero ya quisiera.
Cuando estás en el mar, la tierra desaparece. La tienes ahí, a sólo unas millas, incluso puedes verla, pero no sentirla. La miras, pero ya no sientes ni oyes nada. Sólo el viento.
Vuelves a mirar por encima del hombro, pero no es allí hacia donde vas. El horizonte te atrae, quieres ir hacia allá. Aunque parece que no hay nada, una fuerza extraña de atrae y otra no tan extraña, el viento, te lleva.
Cuando navegas, la tierra y lo que hay en ella deja de existir por unas horas. Parece como si apretases el botón pausa de la vida, entrando en un mundo diferente.
Ojalá pudiésemos apretar el mismo botón estando en tierra firme.

Quisiera aprovechar para dar ánimos a una persona muy querida que por unos días ha perdido su rumbo pero que seguro pronto recuperará. Su fuerza y su carácter la hacen una persona muy especial.
No navega sola, tiene una buena tripulación que le ayudarán a atravesar este temporal.

Buen viento
Manel

4 comentarios:

  1. Leyendo la entrada me sumerjo en las palabras, y ese sentimiento que describes lo traduzco, e interpreto a otra situación completamente distinta...

    Estás en otro mar, en el mío...

    Cuando navego, la tierra, y todo lo que ella significa ha desaparecido. Sé que está ahí, aunque no pueda verla ni sentirla... el viento... el viento es el silencio que me empuja a mirar atrás ... he pulsado el botón de pausa.

    Y cuando soy consciente de haber echado ancla en mi vida, una fuerza extraña me empuja a mirar hacia el horizonte... parece que no hay nada... pero sé que es allí dónde debo ir... es dónde quiero ir... ese es el rumbo correcto...

    La mayor debe hincharse de nuevo... la tripulación está conmigo, sólo necesito Buen Viento...

    Felicidades, la entrada es fantástica... y debes seguir haciéndolo

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  2. Me fascina el mar aunque no como a tí. Me gusta estar en la orilla desde donde no puede hacerme daño. Sentir su olor, sus colores, su sonido, el salitre, pero sobre todo la brisa enmarañándome el pelo.
    Quería que quedara constancia de mi añoranza del mar, de los largos años en la isla Eea.
    Los dioses te sean favorables

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  3. Has echado ancla a tus palabras?... pues.... cojo un papel, escribo, lo enrollo y lo introduzco en una botella, que dejo en la orilla de mi pensamiento con la esperanza de que la marea te haga llegar el mensaje de.... sigue escribiendo...
    Y no vale decir, estoy desbordao.... no, no vale... todos los ríos llegan al mar... y el mar... nunca desborda.... Besos marinero

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  4. ...Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel
    Por mis sueños va ligero de equipaje
    sobre un cascarón de nuez
    mi corazón de viaje...

    No dejes de esrcibir... pues se siente una suave brisa en la cara y se oye un dulce murmullo de las olas leyendo tus palabras...

    Buen viento...
    M.

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